El chocolate es fuente de vida, salud y belleza, además de proporcionar un extraordinario placer al paladar. Por algo lo llaman el alimento de los dioses.
No se sabe si su llegada a Europa se la debemos a Cristóbal Colón o a Hernán Cortés, lo único cierto es que el chocolate era preparado por los indígenas americanos como brebaje mágico con propiedades curativas. En el viejo continenete, su aceptación no fue inmediata debido a su amargor. Solo a partir del siglo XIX, cuando se fueron introduciendo aditivos como la vainilla, el azúcar o la leche, se convirtió en un auténtico manjar no solo por su extraordinario y placente sabor, sino también por sus múltiples propiedades nutritivas. Y es que el chocolate es fuente de vida, de belleza y de salud.
EL REY DE LA COCINA:
Gracias a su versatilidad, el chocolate se ha convertido en uno de los ingredientes estrella de la cocina. Tradicionalmente, su uso se limita a la elaboración de suculentos postres en forma de cremas, pasteles, tartas... Pero en los últimos tiempos, su incursión en la cocina salda se ha puesto de moda y confiere a los platos un toque sufisticado, pues casa a la perfección con carnes, pescados y otros productos. Puede ser el ingrediente principal para elaborar cremas y mousses. Pero mezclado con especias como el clavo, la canela y la pimienta resulta una exótica combinación.
TIPOS DE CACAO.
Es uno de los alimentos más destadados por niños y mayores gracias a sus variedades. Pero, ¿cuás es tu favorito?
- Chocolate negro. Uno de los más preciados por su sabor amargo y puro. Suele contener un mínimo de 60% de cacao.
- Chocolate con leche. Es el más consumido y popular. Se hace mezclando la pasta de cacao por debajo del 40%, con leche.
- Chocolate blanco. En su elaboración se utiliza manteca de cacao, azúcar en polvo y leche. Es el favorito de los mas pequeños.
- Chocolate de cobertura. El preferido en repostería para hacer mousse, bombones...